A menudo surge la molesta cuestión del olor a moho en el interior de la vivienda y la respuesta rápida a este problema es casi siempre que la casa tiene demasiada humedad.
¿Por qué las casas tienen ese olor a humedad en invierno?
Por dos razones principales
Porque hacen frío.
O
Porque tienen poca calefacción.
PARTE I
En este texto, sólo trataremos el problema de las casas FRÍAS.
Aunque estén bien ventiladas, las casas frías tienen el problema de acumular un exceso de humedad, lo que favorece la aparición de moho.
El exceso de humedad en las casas frías se debe a que esta humedad es pesada y no puede escapar cuando se ventila la casa.
¿Qué es la humedad en el hogar? En estos casos, hablamos de humedad relativa, cuyo valor se traduce en un porcentaje por metro cúbico de aire en el interior de la vivienda. El higrómetro es el instrumento que mide su valor. Un valor constante superior al 70% se considera excesivo.
¿Cuál es el problema? Aunque no haya filtraciones del exterior, una casa donde vive una familia siempre tiene humedad en el aire. El baño, la preparación de las comidas, las plantas y la vida normal dentro de la casa crean mucho vapor.
Todos sabemos que el vapor se hace más visible cuando está en un ambiente más frío que en uno más cálido. Esto explica por qué cuando respiramos en verano no vemos que se desprenda vapor, mientras que en invierno sí.
En invierno, el vapor que desprendemos entra en contacto con el ambiente frío y se enfría. Inmediatamente, cada gota de vapor se enfría y aumenta de tamaño, lo que puede observarse a simple vista. Este aumento tiene como consecuencia el aumento del peso del vapor. Esta es la clave para entender el fenómeno del olor a moho en las casas.
Una casa más fría contiene vapor más pesado. Aunque se ventile con regularidad, es más difícil mover el vapor pesado con las corrientes de aire que pueden atravesar la casa que si la casa estuviera más caliente. Si estuviera más caliente, el vapor que contiene sería más ligero y más fácil de expulsar con las corrientes de aire.
Esto explica por qué una casa con una temperatura constante de 17º es mucho más difícil de ventilar que una casa con una temperatura constante de 20º. Aunque la diferencia de temperatura no es muy grande, el impacto en el peso del vapor es bastante significativo. En el caso de una casa a 17º, como el edificio está hecho de materiales permeables como mampostería enlucida o cartón yeso, es relativamente fácil que el vapor penetre en las paredes, que suelen estar aún más frías, provocando condensación. En estos casos, la aparición de moho es prácticamente inevitable.